viernes, 17 de enero de 2014

Historia de Lady Elemmírë

Personalidad y carácter de Lady Elemmírë.


Sociable y empática con aquellos con los que le puede interesar relacionarse. Mide muy bien sus movimientos, es fría y calculadora, con sus pensamientos logra desvanecer su melancolía, característica de raza que, a pesar de su nueva forma humana, aún permanece junto a su esencia.

Se podría hablar incluso de una tristeza extrema, existen momentos en los que el pasado irrumpen en su mente y no puede evitar sentir tristeza y melancolía, aunque tiene motivos suficientes para seguir luchando mirando al futuro.

Independiente, tras la muerte de sus padres en la II Batalla de Khaz Modan, no queda nadie de su familia ( al menos que ella sepa) y, por tanto, es un ser que se ha forjado a si mismo.

Calmada, gracias a esta característica heredada de su padre, es capaz de negociar y moderar cualquier reunión y disputa si lo ve necesario, característica que también le favorece entre los nobles.

De ideas claras, perspicaz, de mente inquieta.

Si existen motivos puede ser desleal. Los de su raza siempre tienen que tener un motivo para hacer el mal, nunca actúan maléficamente sin causas claras.

Luchadora de espíritu, su formación en el arco y la espada le vino dada por y para la defensa de su raza, no para utilizar sus conocimientos en una guerra porque sí. Aunque en esta última guerra los motivos eran suficientes para no negarse, tuvo que hacerlo, cumpliendo la promesa que le hizo a su padre en el lecho de muerte de evitar extinguir su linaje.

Historia


En cuanto a su linaje, descendiente de elfos y humanos, es una semi elfo o medio elfo. Su apariencia es la de un elfo, pero cuando llegue el momento sabrá decidir su destino: si seguir siéndolo y por lo tanto prolongar su inmortalidad, o dejar de serlo para siempre y llegar al fin de sus días. De linaje noble, su madre fue descendiente semidirecta de Ilúvatar, “El padre de todos”, el creador de la raza élfica
por excelencia, aquel que creó la raza más hermosa e inteligente de la Tierra Media según los datos extraídos del Gran Libro Elfo. Al contraer matrimonio con Elladan, su padre, Elrohir tuvo que renunciar a su título nobiliario para poder emprender su nueva vida junto a su amado.

Elladan por su parte, semi elfo, hijo y hermano de los grandes arqueros del Rey Mirkan, murió junto a su esposa tras la II Batalla de Khaz Modan, año 3 antes de Sauron, donde fallecieron también todos los miembros de la familia de Ilúvatar y los Válándil (Los Arqueros), dejando a Lady Elemmírë, huérfana en el sentido más amplio de la palabra.

Elladan, en su lecho de muerte, hizo prometer a su Rey que cuidaría de Lady Elemmírë en su ausencia, a lo que el Rey no pudo negarse, sintiendo la muerte de Elladan y Elrohir como pesos en su conciencia, por haberlos obligado a perecer en una guerra que no tenía nada que ver con su raza. Lady Elemmírë, por su parte, prometió a su padre que haría lo imposible por conseguir no extinguir su raza, y
así cumplir con la voluntad de su estimado padre en el día último de su cruel destino.

Pero pasaron los años y otra horrible guerra llegó a las tierras del Imperio de Kantor Rottex. Lady Elemmírë, sumida en la tristeza más profunda por la soledad que sentía y por haber tenido que abandonar la región que la vio crecer, Azeroth, se vio envuelta de nuevo en un terrible acontecimiento: el rey Mirkan la reclamaba en la guerra y Elladan desde su mundo volvía para repetirle aquellas palabras “Yendeinya, ú-métima ya marlya ú-vanya” decisión estaba tomada, no iría a la guerra, pasara lo que pasara..

Lo que nunca hubiera imaginado Lady Elemmírë es que aquella decisión la llevaría justo al hecho que tenía que evitar.... la mortalidad!!! y, por tanto, la extinción más rápida posible: el Dios Dorac la maldijo siendo humana durante 3 años consecutivos, por haberse negado a ir a la guerra. Cuánto más recordaba a su familia, las tierras de Azeroth y su pasado, más tristeza sentía.

De hecho vivir en el Palacio de Kantor Rottex no podía suponer una tristeza mayor, lejos de Azeroth, tierra devastada por los Orcos en la Batalla de Saint Peace (al menos eso le habían dicho).

Recordaba Azeroth, con sus valles sinuosos, sus montañas rocosas, sus ríos y lagos, la fauna tranquila pero fuerte y vivaz, el camino tortuoso para llegar a estas tierras donde a través de un secreto túnel subterráneo conseguías entrar en la región.. -¿cómo puede ser que consiguieran masacrarla? Es imposible!!- pensaba Lady Elemmírë, que soñaba con emprender su viaje cuando la maldición
hubiera llegado a su fin y su imagen volviera a ser la imagen de sus antepasados..



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