Oda al Padre

ODA AL PADRE

¡ Ay, como está postrado en soledad el imperio tan populoso!
¡Como una viuda se ha quedado la más grande entre las tierras!

Los caminos de Kantorrotex están en duelo,
Pues nadie ya viene a sus fiestas; todas sus puertas asoladas,
Gimiendo sus sacerdotes, sus doncellas en pena,
Toda, ay, repleta de amargura..

Mis ojos están en lágrimas sumidos,
Mis entrañas se estremecen;
Mi hiel por sangre derramada,
Por la caída del hijo del imperio,
Por la caída de mi segundo Padre.

¿A quién te compararé, oh hijo del imperio?
¿A quién te haré semejante, oh Padre mío?
¿Quién te podrá salvar y confortar,
oh Rey Mirkan?
Grande como el mar es tu ruina,
¿Quién te podrá curar?

Recordar mi miseria y mi angustia es hiel y ajenjo
Mas recuerda, lo recuerda, y se derrite mi alma en mi
He aquí lo que sugeriré a mi corazón para cobrar confianza:
“Las bondades de Dorac no se han acabado,
ni se han agotado sus misericordias”

Se ha acabado la alegría de mi corazón,
En duelo se ha convertido mi danza,
Te has muerto para siempre, oh Padre
Como todos los muertos de nuestra Tierra.